Poco más de dos años han transcurrido desde que se tomó la decisión de desaparecer el servicio de transporte público conocido como "conejobús", tiempo en que personas con discapacidad -especialmente las que tiene dificultades para movilizarse- han visto reducir sus posibilidades de traslado.
Cuando se anunció la extinción de los conejobuses, un grupo de personas en sillas de rueda se pronunció ante Palacio de Gobierno, logrando llegar a un acuerdo con la Secretaría de Movilidad y Transporte para asignarles cuatro autobuses para que éstos pudieran pudieran transportarse.
Hoy en día, esta promesa se ha cumplido a medias, les han reducido horarios, días laborales e incluso, los han dejado sin el servicio sin antes notificarles, lo que ha ocasionado que personas con discapacidad se aíslen ante las pocas alternativas de movilidad.
"Desaparecieron el transporte para personas con discapacidad justamente el mismo día que se hizo una realidad la ley de inclusión? por lo mismo muchas personas con discapacidad algunas se recluyeron, ya no salieron".