El saqueo es una acción intencional para recuperar piezas arqueológicas sin los permisos correspondientes, considerado un delito grave con sanciones altas, y a la par genera pérdidas invaluables para el patrimonio nacional, explicó el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Eliseo Linares Villanueva. El saqueador es el individuo que se dedica a excavar los sitios arqueológicos con el fin de encontrar y robar objetos para venderlos o coleccionarlos, algunos incluso usan alta tecnología para hurtar sitios programados y planeados, con más recursos que cualquier proyecto arqueológico. Las pérdidas al patrimonio histórico son invaluables, pues los saqueadores sacan de su contexto las piezas y se pierde puntos de información cultural, con lo que no se permite saber para qué servía el espacio y para qué servía el objeto. "Generando un gran daño a la arqueología como ciencia antropológica, pues con su acción destructiva de los contextos hace que se pierda información necesaria para explicar el significado y uso de los objetos, así como su relación con las sociedades que los crearon", dijo Linares Villanueva El investigador del Centro INAH-Chiapas destaca que de acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, en su reforma del 2014, estipula que pueden ser hasta 12 años de prisión y una multa de hasta cinco mil días de salario mínimo vigente a quienes saqueen, trafiquen o dañen objetos arqueológicos. El saqueo es una actividad continua en Chiapas con redituables ganancias; piezas arqueológicas se trafican en redes sociales o en el mercado negro, siendo coleccionistas y personas extranjeras los principales clientes. Es importante denunciar ante el conocimiento de estas acciones.