Los Tapachultecobus poco a poco han dejado de existir en la segunda ciudad más importante del estado. Una flotilla que inicialmente estaba integrada por 56 unidades, hoy agoniza, al igual que su homológo en Tuxtla Gutiérrez, el Conejobus, solo se mantienen en circulación y en condiciones operables, 20 de ellas. Este proyecto impulsado por el exgobernador Juan Sabines Guerrero, quien presumió su funcionalidad mediante biodiésel, hoy muchas de las unidades se han convertido en chatarra, ya que jamás se rehabilitaron ante la falta de recursos y poco interés de las autoridades de hacerlo, cuya responsabilidad recae en Emilio Orduña Morga, presidente del consejo de administración.