Durante años, se ha evidenciado el plagio de textiles y bordados mexicanos por parte de grandes marcas mundiales, lo que ha sido repudiado por gobiernos y sociedad en general.
"Cada cosa que identifica a un pueblo tiene atrás toda una simbología y eso lo vuelve mucho más complejo? se debe visibilizar lo complejo y no llevarlo a un canal donde pueda ser banalizado".
Y es que, de acuerdo al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), el plagio a textiles y bordados, vulnera el derecho fundamental de los pueblos indígenas de conservar y proteger su propiedad intelectual y su patrimonio cultural.
"Este es un huipil ceremonial y lo toma una empresa italiana y lo empieza a vender para que se lo pongan para ir a la playa? le dicen batón, pero es un huipil ceremonial".
Los diseños que las grandes marcas elaboran a través del plagio de textiles, no explican sus orígenes ni para qué son utilizados, pues el propósito es venderlo a la sociedad como ropa casual o diaria.
En 2023, la marca de lujo Dior presentó en la Ciudad de México una colección titulada "Crucero 2024", en la cual mostró la riqueza textil de México, en donde se destacó una prenda originaria de Zinacantán, lo que causó controversia, señalando que se trataba de un plagio.
A raíz de eso, se ha legislado para proteger el patrimonio cultural.
"Un instituto que ya existía que se llama Instituto Mexicano del Derecho de Autor, a esa le hicimos cambios y una ley nueva, ley de protección al patrimonio cultura, indígena y afromexicano".
"NO SE PAGA LO JUSTO"
La señora María Jiménez, artesana y originaria de una comunidad en SCLC, explica cómo frecuentemente personas "con dinero" ?según lo califica- acude a comprar blusas bordadas, sin embargo, pese a saber lo elaborado de los bordados piden rebajas.
"A veces la gente pide rebajas cuando es lo menos, a veces se molesta un poco el corazón porque sabemos que cuesta hacerlo, se lastima la vista, con el cansancio y haciendo las blusas".
Enfatizó que promover textiles chiapanecos por parte de marcas internacionales no sería un problema, si no se restara importancia al verdadero significado que cada bordado tiene, pues la sociedad al no saberlo, minimiza su valor.
"Esta en 100 pesos, hasta 80 cuando pide rebaja la gente, lo doy en 80 pesos, sino dos por 150 estas".
Autoridades han reiterado que el interés de marcas internacionales para trabajar en conjunto con artesanos no es el problema, el verdadero problema radica en que no se explica con exactitud la importancia de cada bordado y lo que implica para cada familia realizar una sola pieza, pues lo que más resalta es la marca que la está exponiendo y se pasa desapercibido el valor inmaterial que cada prenda tiene.