El fenómeno de interculturalidad en Tuxtla Gutiérrez, ha comenzado a registrarse ?principalmente- en el primer cuadro de la ciudad capital, en donde se aprecia decenas de personas migrantes vendiendo ?con éxito- platillos típicos de su país, o bien, personas que realizan trencitas caribeñas, pues la misma población, lo demanda.
Familias completas, diariamente acuden al parque central de Tuxtla Gutiérrez, ofreciendo las famosas arepas y empanadas venezolanas, las cuales, son adquiridas por la población tuxtleca con agrado, pues la demanda es alta.
Migrantes venezolanos, aseguran que la venta de esta comida, les ayuda económicamente a mantenerse en la ciudad, pues con ello, pueden pagar hospedaje mientras migración les otorga la cita para presentarse en alguno de los ocho puntos fronterizos dispuestos a lo largo de la frontera y optar por un permiso para llegar a Estados Unidos.
Sin embargo, ante la tardía respuesta del INM y la buena respuesta de la población chiapaneca, han comenzado a analizar como una posibilidad quedarse en México.