Fresnillo, Zac.- Como cada año, cientos de fieles acudieron a la comunidad de Plateros para conmemorar la fiesta del Niño de Atocha, situación que propicio un espacio de riesgo en medio de la pandemia por el Covid-19, pues se notó la presencia de algunas personas sin uso del cubrebocas, además de las largas filas para ingresar al templo.
La tradicional misa del 23 de diciembre fue oficiada por el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, quien hizo el llamado a reforzar las restricciones sanitarias y acatar las medidas impuestas por autoridades de salud.