Por: Luis González
El rastro municipal de la capital de Zacatecas enfrenta serias problemáticas. Su ubicación ha sido alcanzada por la mancha urbana y, debido a su antigüedad y tamaño, opera en condiciones deplorables.
Desde hace tres administraciones municipales se ha buscado reubicarlo, pero sin éxito. Ahora, el gobierno municipal de Miguel Varela plantea nuevamente su traslado.
Lupita Flores, encargada de servicios públicos del ayuntamiento de Zacatecas menciona: "Es un foco de infección muy fuerte para las colonias que ahí convergen y para este mercado de abastos de manera muy desafortunada tiene al rastro municipal en el centro de dónde van las familias a comprar su mandado ."
Actualmente dentro del rastro municipal de la capital se hacen de 100 a 180 matanzas entre reses y puercos; los precios de sacrificio es de $580 por res y de $280 por puerco y aunque ha habido una baja en la matanza, se tiene la indicación de que los animales no duren en corral más de 12 horas y que el sacrificio comience puntual entre 7 y 8 de la mañana.
"Sí en estas últimas semanas ha ido en baja la matanza debido a las condiciones que se están viviendo, de entrada la falta de reses, la escasez de reses, el aumento en el precio de los puercos", refirió la encargada de servicios públicos.
La estadística de sacrificio de ganado en rastros municipales refiere que para 2024 el ganado bovino sacrificó 36 mil cabezas, representando un valor de producción de hasta 729 millones de pesos; aunque se sacrificaron más cabezas de ganado porcino con más de 50 mil, su valor fue de más de 277 millones de pesos. Por otro lado en ovino se sacrificaron 3 mil cabezas y en caprino fueron 1 mil 499.
Los rastros generan impactos ambientales negativos, produciendo contaminantes biológicos, como sangre y vísceras, así como químicos, como los detergentes usados para la desinfección. Cada sacrificio de un solo animal puede generar el mismo nivel de contaminación que entre 30 y 74 personas.
Vladimir Espinosa Herrera, ingeniero ambiental puntualiza al respecto: "La ganadería es una de las actividades que más impacto ambiental genera porque el simple hecho de producir o mejor dicho, reproducir animales engordándolos consume desde mucha agua y también está la generación de gases de efecto invernadero, entre ellos el metano."
La tendencia de sacrificio de ganado ha disminuido paulatinamente en los últimos 4 años; los cerdos es el tipo de ganado que más se sacrifica en rastros y la cantidad de cabezas sacrificadas disminuyó 29%, mientras que de ganado bovino disminuyó un 16%.
Para mitigar estos efectos, es fundamental capacitar a los trabajadores, reducir costos y aumentar la productividad sin dañar el medio ambiente.
"Los municipios se deben involucrar, se deben promover las inversiones o asociaciones público-privadas con el único objetivo de tecnificar los rastros, de que cumplan con la normativa", finalizó el ingeniero ambiental Espinosa Herrera.
Mientras tanto, la reubicación del rastro municipal sigue sin una fecha concreta, a pesar de los riesgos sanitarios y ambientales que representa por lo que el planteamiento de disminuir nuestro consumo de carne también está sobre la mesa.