Trancoso, Zac.- En la temporada de Cuaresma, la capirotada zacatecana se erige como un deleite culinario arraigado en la tradición local y cada platillo cobra vida con los toques personales que en cada hogar lo hacen único.
"A la leche yo le pongo canela, clavo, piloncillo, pues es coco, pasas, cacahuate, todo eso se le pone y pues el sazón mío (...) la pasa el coco, la gragea, que se vea de colores, que se vea alegre." -Sandra Cordero, ama de casa.
Lupita Ortiz, productora de pan ranchero en Trancoso, innova la capirotada a su propio estilo, sustituyendo el bolillo con este deleite local.
"La que yo hice ahora es de pan ranchero, es creo que nueva, porque nadie la prepara y la de bolillo es la tradicional ."
Por su parte, Sandra Cordero, una ama de casa de toda la vida, aporta su toque especial al incorporar garbanzos.
"A mi mi mamá me enseñó a hacer la capirotada, mi mamá me dió la receta de garbanzo y la tradicional, yo la veía y como a mi me gustaba yo le preguntaba cómo la hacía, entonces ella me dijo y yo ya me la aprendí, ahorita ya mi hija y mi nuera saben también."
Además, estas zacatecanas señalaron con orgullo, la importancia de preservar esta tradición culinaria tan deliciosa:
"Aparte de ser un platillo muy sabroso, creo que mucha gente ya lo está dejando de hacer, de consumirlo y es buena oportunidad para rescatar este platillo que es muy sabroso." señaló Lupita Ortiz.
"Yo pienso que las tradiciones no se deben de perder porque es lo que nos enseñan nuestros antepasados y son cosas muy buenas? ricas." dijo Sandra cordero.
Así, la capirotada zacatecana no solo es un manjar de Cuaresma, sino un testamento de creatividad culinaria y la transmisión de sabores a través de las generaciones. Cada familia le imprime su sello, asegurando que esta deliciosa tradición perdure en el tiempo.