Altas zonas de Michoacán registran bajas temperaturas

Las regiones de Tancítaro y las zonas montañosas de Michoacán experimentan temperaturas bajas debido a varios factores geográficos y climáticos. Estas áreas, ubicadas a gran altitud, ven un descenso significativo en la temperatura. A mayor altitud, la atmósfera es más delgada y retiene menos calor, lo que resulta en temperaturas más frías. En promedio, por cada 1000 metros de altitud, la temperatura disminuye alrededor de 6.5°C. 

Durante el invierno, los frentes fríos provenientes del norte de América del Norte alcanzan estas regiones, trayendo consigo aire frío que baja aún más las temperaturas. En las zonas altas, las noches son especialmente frías debido a la rápida pérdida de calor acumulado durante el día, fenómeno conocido como el efecto de radiación.

La densa vegetación en áreas boscosas contribuye también a las bajas temperaturas, ya que las plantas y árboles absorben el calor durante el día y lo liberan lentamente en la noche. El tipo de suelo es otro factor importante; los suelos rocosos y poco profundos no retienen tanto calor como los suelos más profundos y ricos en materia orgánica.

Las corrientes de aire frío provenientes de las montañas y las inversiones térmicas, que atrapan el aire frío en los valles, contribuyen a mantener las temperaturas bajas incluso cuando en altitudes más altas son más cálidas.

Localidades como Tancítaro, conocidas por su altitud elevada, experimentan descensos significativos en la temperatura durante la noche y la madrugada, especialmente en invierno. Otros municipios como Ziracuaretiro y Huetamo también presentan patrones similares de bajas temperaturas debido a su ubicación geográfica y características climáticas.

Estas condiciones no solo afectan el clima, sino también la vida cotidiana de los habitantes y las prácticas agrícolas de la región. Los residentes deben adaptarse a las temperaturas frías, lo cual puede impactar la economía local, especialmente en el cultivo de ciertos productos agrícolas.