La siembra de agave ha sido un tema de interés social, ecológico y económico en la región Ciénega, pues por un lado no se puede prohibir la siembra del agave al tener en la región la denominación de origen, por otro lado se ha visto que repercute en la fertilidad del suelo y propicia deslaves en las zonas altas, por ese motivo se trabaja para encontrar una solución.
El Profesor-Investigador de la Universidad de la Ciénega de Michoacán, Noe Casas Ruiz, aseguró: "Lineamientos que permitieran el desarrollo de la actividad pero con una menor, con un menor impacto hacia el ambiente se está trabajando"
Una de las acciones es la de cero deforestación para la producción de tequila, no se podrá sembrar agave en predios en los que haya vegetación desde el 2016. En este sentido también se trabaja con la elaboración de materiales a partir de los desechos del agave.
El Profesor-Investigador de la Universidad de la Ciénega de Michoacán, Luis Alberto Bretado Aragón, comentó: "Ahora por un cambio en la situación de un cuidado ambiental ese residuo ahora tiene un porcentaje o una salida a una cuestión más del cuidado al medio ambiente."
De una piña de agave sólo se utiliza el 40%, el 60% restante es el desecho, actualmente en el proyecto están recibiendo la donación de 10 productores locales, se han elaborado membranas que pueden tener aplicaciones biomédicas o para la limpieza de aguas residuales de la misma producción de tequila.