Pese a que la economía de los restauranteros no ha logrado estabilizarse de las afectaciones que les generó la pandemia, aseguran que han logrado mantener las ventas promedio y sobrellevar el constante incremento del precio de los insumos básicos, como el gas LP, los desechables, la carne, el huevo, las harinas y algunas verduras. Aseguran que siguen buscando alternativas que les permita mantener los precios por platillo y conservar su plantilla de trabajadores, aunque en muchos casos resulta imposible.