Conflicto en comunidades indígenas, pueblos asediados por el narco
En 2020, el cártel Jalisco empezó a invadir pequeñas ciudades y pueblos del Oeste de Michoacán, se apoderó de Aguililla, el crimen organizado desarrollo tácticas para difundir terror y asilar a las poblaciones.
Las agrupaciones criminales asedian a los municipios de Uruapan, Los Reyes, Aguililla, Zamora, Jacona, Tangamandapio por mencionar algunos; se disputan territorios, provocan el desplazamiento y migración de los pueblos originarios.
El párroco Juan Carlos vive en una zona de guerra, en Santa Ana Zirosto en Uruapan, en donde agrupaciones criminales controlan diferentes regiones.
"El problema de las comunidades purépechas es que se empezó a cometer delito con violencia y estos generaron conflictos y el problema es que los conflictos los empezaron a generar hacia adentro de las comunidades purépechas con la gente con la misma gente".
Extorsiones, amenazas, despojo de tierras y violencia, son los problemas que enfrentan las poblaciones indígenas en Michoacán.
Los grupos criminales incursionan en la industria y producción de aguacates, pero también de la tala clandestina. Se contabilizan al menos 10 cárteles en Michoacán, que controlan y mantienen en campo de batalla a las comunidades purépechas.
En México se vincula lo legal con lo ilegal, el crimen con los negocios y la política.
