En el municipio de Buenavista, Michoacán, una mina enterrada explotó, resultando en la muerte de dos soldados que realizaban tareas de vigilancia en el poblado Paredes del Ahogado. Uno de los soldados murió en el lugar y otro más mientras era trasladado vía aérea a la ciudad. El hecho ocurrió mientras intentaban desactivar el artefacto explosivo.
Recientemente, la Secretaría de Seguridad Pública localizó y destruyó 15 artefactos explosivos improvisados en la misma área. Esta explosión es la segunda en menos de una semana, luego de un incidente similar en Cotija, donde también fallecieron dos soldados.
El personal militar estaba realizando un operativo de seguridad y detección de minas en la zona, sembradas por el Cártel Michoacán Nueva Generación (CMNG). Durante la maniobra del Grupo Especializado en Artefactos Explosivos, la mina estalló, matando a los dos soldados en el acto.
Este incidente pone de relieve la peligrosidad de las minas terrestres y la necesidad urgente de desactivarlas para proteger tanto a las fuerzas de seguridad como a los civiles que viven en las áreas afectadas. Las minas, utilizadas como herramientas de los cárteles para establecer control y generar miedo, representan un desafío significativo para la seguridad pública.
El Ejército y las fuerzas de seguridad continúan trabajando incansablemente para detectar y desactivar estos artefactos peligrosos. Además, se ha incrementado la presencia de unidades especializadas en desminado para garantizar que las áreas sean seguras y para prevenir futuros incidentes trágicos como este.