La escasez de lluvias que se ha registrado durante las últimas semanas, merma el crecimiento de los árboles y provoca episodios de mortalidad arbórea, lo cual se traduce en repercusiones graves para los ecosistemas forestales. De acuerdo con inspectores ambientales, cerca del 90 por ciento de las reacciones químicas que realizan los árboles tienen relación directa con el agua, afirman que la falta de este recurso modifica el crecimiento longitudinal de un gran número de especies vegetales, tanto en los bosques como en las zonas urbanas.