Debido al uso desmedido e incorrecto de los plaguicidas organoclorados en la región de la Ciénega, en el municipio de Cojumatlán de Régules, investigadoras de la Universidad Nacional Autónoma de México del Instituto de Ciencias de la Atmósfera, identificaron alteraciones de los micro núcleos de las células. Lo que provoca intoxicaciones agudas, dolor de cabeza, náuseas, insuficiencia respiratoria y lo más severo; los efectos crónicos, cáncer, alteraciones metabólicas y la probable inducción a diabetes mellitus. También documentaron alteraciones ambientales, disminución de aves e impactos en los politizadores.
Los plaguicidas químicos son sustancias tóxicas para los humanos. Son persistentes en agua y suelo, lo que provoca que existan factores de riesgo, contaminación de cultivos, hortalizas, productos lácteos y pesqueros, que luego son consumidos y generan afectación indirecta.
Los plaguicidas organoclorados son agentes disruptores que se alojan en los tejidos adiposos de la huevera de los peces, producto altamente consumidos en la región de la Ciénega.
Ante los problemas nocivos a la salud, se busca evitar el uso de plaguicidas químicos y exigir a las diferentes autoridades que apoyen el control de plagas, mediante métodos de control agroecológicos.
"Permanecen en el ambiente entre 20 y 30 años entonces su toxicidad sigue estando presente en el día-día de los trabajadores agrícolas y en el día a día de los consumidores", informó la investigadora en salud comunitaria de la UNAM, María Antonieta Ochoa Ocaña.