El consumo de drogas en México ha incrementado durante los últimos años, destaca el uso de la metanfetaminas y la marihuana, sobre todo entre personas migrantes, las jornadas de trabajo extenuantes, en los campos agrícolas y las maquiladoras provoca que hombres y mujeres se vuelvan consumidores de estas sustancias para tener mayor rendimiento, sin embargo la falta de oportunidades y atención médica provoca que no haya seguimiento integral para ellos. En el caso de Centros de Integración Juvenil, difunden campañas preventivas sobre las repercusiones por el consumo de drogas, además promueven las redes de apoyo en el proceso migratorio en las 122 unidades del CIJ, para darle continuidad al tratamiento. "Muchos migrantes quedan en ocasiones varados en las fronteras norte del país y en ocasiones lejos de regresar a sus estados de origen se acentúan en estas áreas por lo tanto, son personas que andan deambulando, que tienen bajo, escaso o nulos servicios de salud".