Durante los últimos años en Michoacán se han instalado de forma ilegal cultivos de todo tipo especialmente de fresas, zarzamoras y aguacates, lo que ha generado una afectación de superficie de bosque en por lo menos trece mil 500 hectáreas durante el 2017 y 18 mil en el 2016.
Michoacán cuenta con una superficie total de casi seis millones de hectáreas, de las cuales alrededor de 4.2 millones corresponden a superficie forestal.
Debido al cambio ilegal de uso de suelo, en las últimas dos décadas Michoacán ha perdido 66 mil hectáreas de bosques y selvas en promedio cada año.
De acuerdo con el más reciente inventario de la Comisión Forestal del Estado de Michoacán, en los últimos años se ha perdido casi el 40% de la superficie forestal, y el cambio ilegal de uso de suelo va antecedido de incendios provocados, tala clandestina y otras prácticas.
A fin de mitigar dichas problemáticas se han creado diversas políticas públicas para combatir el cambio de uso de suelo en la entidad, como la creación de un Consejo Estatal de Ecología de Michoacán (COECO), asimismo la SEMARNACC, la Comisión Forestal del Estado de Michoacán (Cofom), la Procuraduría Ambiental de Michoacán (ProAm), la Secretaría de Desarrollo Rural y Alimentación (Sedrua) y las autoridades de los Ayuntamientos están obligados a participar en diversas estrategias para evitar mayores daños.
El secretario de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial, Ricardo Luna García, informó que, a la fecha, se han realizado 73 operativos en los que se han desinstalado 601 hectáreas de aguacate, durazno y berries, principalmente, que no cuentan con los permisos de cambio de uso de suelo.
Agregó que son 17 los municipios considerados "focos rojos" por la tala clandestina y cambio de uso de suelo: Zitácuaro, Salvador Escalante, Uruapan, Madero, Tacámbaro, Ocampo, Ziracuaretiro, Erongarícuaro, Morelia, Pátzcuaro, Tuxpan, Tingambato, Charo, Acuitzio, Parácuaro, Zinapécuaro y Zacapu.
Aunque no se tienen cifras exactas de los presupuestos que se destinan para el combate de los cambios de uso de suelo el 70% de los municipios siguen sin cumplir con sus obligaciones ambientales, bajo el argumento de que tales acciones representan fuertes erogaciones de recursos.
Por otro lado existen comunidades que se preocupan y ocupan en el cuidado de sus recursos, como es el caso de: San Juan Nuevo en Nuevo San Juan, El Rosario, El Paso, Santana y Cerro Prieto en Ocampo y Angangueo; la comunidad de Santiago Tingambato; las PP y ejidos en la Sierra de Coalcomán; San Miguel Chichimequillas y Emiliano Zapata en Zitácuaro.