Los recursos que se recaudan a través del cobro de los impuestos en los municipios, deben ser destinados a la ejecución de obras y acciones de impacto social, tales como pavimentación de calles, mejoramiento de la infraestructura urbana y la construcción de proyectos hidráulicos, entre otros. Sin embargo, especialistas aseguran que al no existir un ente encargado de auditar cuánto dinero se capta realmente y en qué se utiliza, podría haber desvíos al interior de los ayuntamientos.