Un hecho que vincula a México con Centroamérica es su posición como abastecedor de frutas y hortalizas para el mercado internacional. Este modo de producción de fresa, piña, plátano, mango y otros frutos, implica particularidades en el uso de plaguicidas que son potencialmente dañinos para el medio ambiente y la salud humana. Con nombres diferentes y consecuencias diversas, como 1,3 Dicloropropano (Telone II) en las fresas de Zamora.
La contaminación ambiental por plaguicidas está dada fundamentalmente por aplicaciones directas en los cultivos agrícolas, lavado inadecuado de tanques contenedores, filtraciones en los depósitos de almacenamiento y residuos descargados y dispuestos en el suelo, derrames accidentales, el uso inadecuado de los mismos por parte de la población, que frecuentemente son empleados para contener agua y alimentos en los hogares ante el desconocimiento de los efectos adversos que provocan en la salud.