La sala de Vuelo feliz ubicada en la Avenida 20 de noviembre #564 con horarios de atención son de lunes a sábado de 4 a 7 pm, es la única en la región que trabaja con el modelo de la psicomotricidad Aucouturier, atiende a niños y niñas de entre los 4 a 9 años de edad con trastorno autista, déficit de atención, hiperactividad, problemas de aprendizaje, socialización, ansiedad, lenguaje, conducta, concentración y de coordinación. A través del juego libre, el niño va a simbolizar sus miedos y realidad, pero a la vez, va a ir construyendo su proceso de maduración, es decir, no es una terapia física, sino que va encaminada más a lo pedagógico, al fortalecimiento de la socialización y lo emocional. La psicomotricidad Aucouturier es una técnica pedagógica nacida en Francia en los años 70, de la mano del pedagogo Bernard Aucouturier. Este enfoque comprende la importancia de la psicomotricidad y del movimiento para la maduración psicológica y emocional de los niños.
En recientes años se ha incrementado el número de niños con estos problemas por lo que familiares y población en general enfrentan una serie de desafíos constantes en el cuidado e integración de los infantes a la sociedad, uno de lo más constantes es la falta de información de cómo deben ser tratados, gobiernos y particulares se dedican a brindar servicios de comunicación y terapia, para brindarles a estos pequeñines amor, comprensión, un trato justo y amable.
La detección temprana de estos padecimientos es crucial para su rehabilitación por lo que padres, maestros o cualquiera que conviva con estos niños deben estar muy atentos a señales de cambio de conducta, su forma de actuar como aislarse, tener dificultad en la comunicación, patrones repetitivos con manos y cabeza semejante a movimientos involuntarios e hiperactividad entre otros, si nota alguno de estos síntomas es muy importante acudir con un especialista para que les brinde un diagnóstico del paciente y lo puedan canalizar para que reciban terapia.
La psicomotricidad es la integración entre la mente y el cuerpo, donde están implicadas las emociones, sentimientos, la creatividad, la imaginación, el lenguaje y la socialización. Son múltiples los beneficios pues los pequeños se abren al aprendizaje, a la comunicación, a la creación, mejorar su concentración, coordinación, creatividad y sus habilidades motrices, por lo que si tienes o conoces a alguien con estos trastornos no dudes de asistir a esta estancia.