Los recortes presupuestales y la desaparición del ramo 23, han obligado a los Presidentes municipales a buscar alternativas de gestión para garantizar la realización de obra pública, ya que los pocos recursos que reciben resultan insuficientes para consolidar la ejecución de proyectos de alto impacto para la población. Situación que ha generado incertidumbre entre la población zamorana, incluso algunas personas consideran que la falta de recursos federales impedirá el desarrollo urbano de la ciudad, generando un retraso en materia de servicios básicos, de manera específica en las colonias y comunidades ubicadas en la periferia.