Después de que los vecinos que viven a orillas del río Jiquilpan en la zona este del mismo hubieran denunciado en repetidas ocasiones desde el 2012 a las administraciones pasadas e incluso a la actual, no se han realizado acciones para detener las descargas de los desechos de las transformadoras de leche ni de las aguas negras provenientes de los fraccionamientos vecinos hacia este río, esta contaminación afecta en gran medida a los vecinos, quienes han sufrido como consecuencia enfermedades gastrointestinales y respiratorias.
Esta contaminación no solo afecta a los vecinos por los desagradables olores que son desprendidos, principalmente durante esta época del año, sino también a nosotros pues esta agua llega a los mantos freáticos, lo que termina siendo el agua que llega a nuestras casas para el uso diario o con la que se riegan los cultivos. Es apremiante que las autoridades correspondientes tomen medidas drásticas para que se traten estas agua negras y desechos, además de que no lleguen al río, además de la limpieza del río por la gran cantidad de basura que es tirada por los mismos jiquilpenses así como la invitación a la ciudadanía para aportar en el mantenimiento de este río.