La alimentación está directamente relacionada a nuestras emociones, nuestros aprendizajes y a las experiencias sociales, por esto en la infancia es donde se establecen los cimientos de la relación que vamos a tener a lo largo de nuestra vida con la comida, en este sentido la alimentación intuitiva desde la niñez es muy importante, esta nos invita a confiar en las señales de hambre y saciedad de nuestro cuerpo
La nutrióloga y psicóloga especialista en trastornos de la conducta alimentaria, Alicia Durán, aseguró; "Incluso el gesto cultural que hacemos para decir que no a nivel universal es de esta manera tiene una conexión justamente con nuestros instintos de hambre y saciedad por que cuando un bebe está satisfecho tiende a quitarse ya sea del seno materno o del biberón"
A pesar de que nacemos con la capacidad innata de regular lo que comemos, este instinto se puede ver interrumpido, cuando se obliga a comer hasta terminar el plato, utilizar la comida como un premio o castigo y cuando etiquetamos los alimentos como buenos o malos
Alicia Durán, comentó; "Claro finalmente dar el ejemplo al final los adultos somos la figura representativa de las infancias por que ellos son como esponjas que van absorbiendo toda la información entonces el comer de manera variada frente de ellos sin comentarios negativos sobre la comida"
Si bien lo ideal es comer de manera variada, no se puede ignorar el contexto de cada familia, tanto económico como sociocultural, pues no siempre se tiene tiempo de cocinar, o el acceso a ciertos alimentos es limitado, este tipo de aspectos deben de ser tomados en cuenta al momento de la aplicación de políticas públicas, más allá de implementar impuestos a determinados alimentos, sería lo ideal promover la alimentación variada