A lo largo de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, pero particularmente en el tramo que comprende el municipio de Petatlán, existe un importante número de basureros clandestinos a cielo abierto, sin que las autoridades hagan algo al respecto.
A nivel estado las autoridades ambientales, particularmente la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), han sido enfáticos en decir que esa es una práctica fuera de la legalidad y que atenta contra el medio ambiente, pero solo queda en eso, no hay mayores acciones.
Los puntos de mayor concentración de los desechos están ubicados antes de arribar a la comunidad San Jeronimito, como referencia, en donde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tiene habilitada una procesadora de asfalto.
En el sitio se pueden apreciar todo tipo de desechos, desde plásticos, cartón, vidrio y papel, hasta neumáticos, muebles, escombros, e incluso, osamentas de ganado muerto que las personas arrojan sin importarles la contaminación.
El gobierno municipal colocó un anuncio en el que se advierte que no está permitido arrojar basura en ese lugar, pero la gente lo ignora y se desconoce si se han aplicado multas a los infractores.