La sequía del presente año convirtió en desierto la laguna del polo turístico Barra de Potosí del municipio de Petatlán, justo frente a la zona de restaurantes, el cuerpo de agua se secó casi al 100 por ciento, lo que ha causado estragos en la economía del sector pesquero, entre propietarios y trabajadores de enramadas.
El problema ambiental ha dejado sin ingresos económicos a las familias de esa comunidad, pues los turistas que acuden al destino en busca de una laguna para bañarse con sus familias, deciden buscar otro sitio dónde pasar el día, de modo que la derrama económica escapa del lugar.
La Secretaria de la Agrupación de Enramaderos Barra de Potosí Araceli Oregón Salas, en entrevista pidió a las autoridades apoyo para que sea desazolvada una parte de la laguna y así ayudar a que se abra la barra y pueda restablecerse la situación.
Mencionó que para ellos es difícil poder hacerlo solos pues representa un fuerte gasto económico, mientras que para las autoridades es más fácil, porque tiene presupuesto para la renta de maquinaria y personal.
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Los pocos turistas que acuden a Barra de Potosí lamentan que el calentamiento global, producto de la contaminación ocasionada por el hombre, hoy en día tenga en estas condiciones a la laguna de Barra de Potosí, un balneario que por muchos años, en esta época, era un agasajo para los bañistas.
Ahora los prestadores de servicios turísticos solo esperan que las lluvias sean abundantes para que lo que se ha convertido en un desierto, vuelva a ser una laguna y así los turistas regresen nuevamente a jugar, pescar, bañarse y nuevamente llegue la derrama económica a cientos de familia que dependen del turismo y de la pesca.