Los pocos comerciantes locales que participaron en la campaña nacional del Buen Fin, consideraron que tuvieron buenas ventas en sus negocios.
Pese a que fueron contados los establecimientos locales, que ofrecieron descuentos o promociones del 18 al 21 de noviembre; quienes si lo aplicaron indicaron que registraron un buen movimiento económico.
El empresario Miguel Adame, explicó que lo más comprado fueron colchones, estufas, lavadoras, aires acondicionados y refrigeradores, consideró que tener buenos precios fue un incentivo para los clientes.
A pregunta, dijo que al menos en una tienda notó que la gente ahorra antes del Buen Fin y lo detectó por la condición del efectivo que le entregan; billetes arrugados o muy planchados, como si los hubieran guardado, y en otros negocios los clientes optan por endeudarse con las tarjetas bancarias.
El empresario, reveló que hubo temor que, las ventas no fueran lo esperado, porque los negocios de cadena comenzaron las promociones desde una semana antes, sin embargo, dijo que, "tal parece que la gente se esperó al Buen Fin".