Familiares de los hermanos, Jesús Salvador, Raúl Trujillo Herrera y cinco sujetos más que se dedicaban a la venta de oro, originarios de Pajacuarán, Michoacán que fueron desaparecidos en Atoyac en 2008, realizaron un homenaje en donde ocurrieron los hechos hace 16 años.
La buscadora María Herrera, madre de los hermanos, denunció que el caso se ha manejado con impunidad por parte de la comandancia regional, y señaló directamente a un comandante que estaba en ese periodo de principal presunto responsable.
Recriminó que, a nadie le importa encontrar a los desaparecidos y que las puertas de las procuradurías están "herméticamente cerradas", por eso, dijo, como colectivos de búsqueda acuden a la sociedad, y no a la autoridad.
Junto a la placa del Desaparecido, en el zócalo de Atoyac, se colocó otra más en memoria de los siete jóvenes michoacanos. Asimismo, pegaron fotografías en diversos puntos de la cabecera municipal para pedir información a pobladores.