Por: Andrés Solis
"Se atenderá a todos los mexicanos, sin importar creencias, clases, organizaciones, sexo, partidos, sectores económicos o culturales, pero se aplicará el principio de que por el bien de todos, primero los pobres", ofreció López Obrador, durante su toma de protesta.
Reducir la pobreza fue otra de las metas de este gobierno.
En el actual sexenio el salario mínimo aumentó 125% de 2018 a 2024, lo que permitió reducir la pobreza laboral y que más personas tengan acceso a los productos de la canasta básica.
De igual forma, algunos programas sociales se elevaron a rango constitucional, ampliaron su padrón de personas beneficiarias y se incrementaron los montos de transferencias, de tal manera que de acuerdo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, (Coneval), en 2022 sólo 36.6% de la población mexicana enfrenta condiciones de pobreza, cuando en 2018, la cifra era de 41.9%
Sin embargo, persisten denuncias de que los apoyos están dirigidos.
María Cruz, habitante de Donato Guerra, municipio del Estado de México, denuncia, "pues sí llega el recurso, pero en personas que nada más son los mismos, no buscan a las personas que de verdad lo requieren, entonces a las personas más necesitadas, yo siento que no llega".
Y aunque han aumentado los ingresos de las familias, gracias a programas sociales, las carencias de infraestructura impiden que las personas abandonen por completo la pobreza.
Una de cada diez familias que viven en las entidades más pobres del país siguen habitando viviendas con pisos de tierra, sin agua potable ni energía eléctrica y sin acceso a servicios de salud, lo que hace que sigan viviendo en la miseria.