El ejidatario del Coacoyul, Jesús Espino Mercado, dio a conocer que, durante la temporada de lluvias, los cocoteros se ven afectados por dos factores, los rayos que caen principalmente a las palmas más viejas y el insecto picudo, mejor conocido como mayate prieto, que se reproduce en temporada de lluvias, se mete a la palma y se come el palmito.
Indicó que por año se pierden de 80 a 100 palmas criollas e hibridas y tienen una pérdida de 13 mil cocos, debido a la afectación de las palmeras.
El productor explicó que, esta plaga no se puede erradicar completamente y los campesinos han aprendido a convivir con ella, aplican trampas, fumigación selectiva, las más dañadas son taladas y quemadas, mientras que los restos que aún sirven, son utilizados para artesanías.