Quizá no al 100 por ciento pero a diferencia de otros destinos turísticos del país, en Ixtapa-Zihuatanejo, Acapulco y Taxco de Alarcón, empresarios hoteleros, restauranteros, líneas aéreas y comerciantes en general, han acatado y han hecho acatar a los turistas las medidas sanitarias para prevenir casos de Covid-19, lo que ha dejado como resultado hasta el momento, cero contagios de turistas, por lo menos no en el destino.
Hay protocolos que marca la Secretaría de Salud muy específicos y el gobierno del estado ha sido enfático en insistir que se lleven a cabo; ya sea por las buenas o por las malas, ante la amenaza de clausuras y multas, las gran mayoría de los negocios han hecho patente estas recomendaciones y quienes no, simplemente se atienden a las consecuencias.
Los hoteles han sido la mejor prueba de que es posible volver a reactivar sus actividades cuidando la salud propia y la de los huéspedes; en el hotel Dreams Acapulco, al llegar te reciben con gel antibacterial, toallas desinfectantes, revisión de la temperatura con una cámara térmica, además, pasas por un tapete sanitizante y es obligatorio el uso de cubrebocas; sin dejar de mencionar que todo el personal porta equipo de protección personal.
El equipaje es sanitizado antes siquiera de entrar a la hospedería, los restaurantes, área de alberca, recepción, y no se diga las habitaciones; todas pasas por un proceso exhaustivo de desinfección para garantizar a los visitantes una estadía placentera, sin riesgo de contagios por Covid-19.
Desde la reapertura en las actividades turísticas el pasado 02 de Julio, el aforo ha sido cambiante; primero al 20 por ciento, posteriormente al 40, hasta la más reciente que fue el 60 por ciento, con el semáforo en color amarillo, sin embargo, al cierre de esta edición, por haber regresado al semáforo naranja, la atención disminuyó al 50 por ciento.
Luego de haberse mantenido más de cuatro meses cerrados y por ende, al cero por ciento de ocupación hotelera, con la reapertura primero se alcanzó entre un 15 y 20 por ciento en renta de cuartos; luego de eso se aruñaba el 40 y en la semana de las celebraciones patrias fue donde llegaron al máximo tras la pandemia, un 52 por ciento de ocupación de cuartos de hotel.
No sólo hoteleros, restauranteros, comerciantes, transportistas, artesanos, y demás prestadores de servicios han coincidido en que las medidas sanitarias y el manejo de la pandemia en los destinos turísticos han sido bueno, el problema, consideran, ha sido en la población quienes han relajado las acciones, poniendo en riesgo el regreso al semáforo color rojo y ahí si, nuevamente todo volvería a cerrar.