Los restos de la ballena jorobada que varó la semana pasada en playa Cayacal del municipio de Petatlán fueron enterrados en esta misma franja de arena, luego de casi una semana de que sucediera el hecho.
La sepultura fue encabezada por personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y funcionarios de la Dirección de Ecología del Ayuntamiento de Petatlán.
Para el entierro se ocuparon máquinas excavadoras con las que se formó la fosa y posteriormente se introdujo al mamífero de más de alrededor de 10 toneladas de peso y 14 metros de longitud.
Al cierre de esta edición no se habían dado a conocer las causas que provocaron el fallecimiento de la ballena.