Al igual que en otros mares, el de litoral del municipio de Zihuatanejo no se exenta de registrar fallecimientos por sumersión, piquetes de mantarayas, erizos, quemada de malagua (medusa) , incluso ataques de tiburón que solo en una ocasión se llegó a registrar.
De acuerdo a datos recabados en Protección Civil Municipal, en Zihuatanejo solo se ha registrado dos ataque de tiburón y fue en el año 2008 cuando una corriente de agua fría desvió de su curso a un grupo de escualos que aterrorizaron por unos día al destino. También hubo otro ataque pero fue en el municipio vecino de la Unión. (g1)
Desde entonces, han pasado 12 años y no se ha vuelto a registra otro ataque similar. Los encuentros con cocodrilos sí son más recurrente en comparación a los del tiburón, sin embargo, son esporádicos. En lo que va del 2012 al 2020, se han registrado 3 ataques, el más reciente de un menor de 6 años que jugaba en la desembocadura del estero de playa El Palmar en Ixtapa y que fue atrapado por un cocodrilo que salió el enmallado. (g2)
El mar es muy noble en Zihuatanejo, que hace bahía en playa La Principal, La Madera y la Ropa lo que permite a los visitantes y locales disfrutar de su oleaje calmo. Pero hay otras playas con oleaje arrebatado que incluso ha cobrado la vida de locales y turistas que en muchas ocasiones por falta de pericia, no saber nadar bien o imprudencia terminan siendo rescatados sin vida.
Tan solo en este año y en la reciente reapertura de playas, se registró el fallecimiento de dos turista en hechos distintos, uno en playa Blanca un extenso litoral peligroso por sus oleaje elevado y uno más en playa El Palmar, otro balneario con olas salvajes. (g3)
Pero también los expertos en el mar, se han visto sorprendidos y son víctimas de las malas condiciones de sus herramientas que lo han dejado naufragando por horas, incluso días. En lo que va el 2018 al 2020, Protección Civil ha realizado 4 rescates de pescadores que han quedado a la deriva. (g4)
El comandante de Protección Civil y Bomberos, Giovanni Medina Galeana, consideró que la peligrosidad del mar es relativa, dependiendo de la precaución, criterios con la que se introduzca la persona y en donde lo haga.
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Como todo espació natural, el litoral de Zihuatanejo no tienen un comportamiento medido hay ocasiones como en diciembre que el mar es muy calmo pero en ese mismo mes, pueden darse fenómenos que producen oleajes elevados y peligrosos.