Al culmino del proceso electoral, los juegos sucios entre partidos y candidatos salen a relucir, con la premisa de ganar al adversario a como dé lugar.
Los casos más recientes en la Costa Grande es la iniciativa presentada por el PRD ante el Congreso de Guerrero, para iniciar un juicio político contra el presidente municipal con licencia y candidato de Morena al distrito electoral 12, Rafael Martínez Ramírez, por laudos a trabajadores que laboraron en administraciones del 2012 y 2015. Acción reforzada por los abogados de los trabajadores.
Desde este mismo partido la candidata a la presidencia municipal de Zihuatanejo, Leovigilda Chávez Hernández, señaló a sus adversarios de coaccionar al voto a base de presiones al electorado.
En Acapulco, es contrario, la candidata de Morena a la presidencia municipal, Abelina López, promovió ante el Trife la impugnación de la candidatura de sus adversarios Yoshio Ávila y Carlos Granda a siete días de la jornada del 02 de junio, bajo el argumento que ambos participaron en dos procesos internos de elección de candidatura en partidos diferentes.
Esto les valió para que el Trife, revocará ambas candidaturas una por Movimiento Ciudadano y la otra por la alianza PRI-PRD-PAN.
Empresarios y sociedad en general, ha manifestado como este proceso electoral se ha enrarecido, provocando incertidumbre de la certeza del resultado de este 02 de junio, debido a las prácticas indebidas de todos los partidos de mayor representación.