"Eternos damnificados" con la esperanza de ya no serlo

Han pasado muchos años de la devastación ocasionada por la tormenta Tropical "Carlotta" y el huracán "Max" que en 2017 azotaron a familias del borde del río de Petatlán, entre los estragos resaltó la destrucción de sus casas y la pérdida de muebles y electrodomésticos, son acontecimientos que difícilmente pueden borrarse de la mente, y mucho menos cuando inicia la temporada oficial de lluvias, ya ni siquiera es posible dormir en paz, sin pensar que aquel episodio nuevamente puede repetirse.

Hoy parece que hay una esperanza, luego de más de tres años de olvido, las autoridades por fin están haciendo algo para ayudarlos y evitar que de nuevo se enfrenten de cara a la fuerza de la naturaleza, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) lleva a cabo trabajos de encausamiento y la contrucción de un canal de desfogue del arroyo El Mesón, pero ¿Qué tan factible es? ¿Será suficiente?.

Se trata de un vertedor y línea de alivio de tubería de 2.75 metros de diámetro, es de concreto armado y va apostillado con material cementante, abarca el arroyo del Mesón y desemboca al río de Petatlán, en el cual se trabaja con un bordo uno a dos que incluye una trinchera y el dragado; son trabajos que se desarrollan desde el año pasado , que llevan un 80 por ciento de avance y se estima puedan concluir en los próximos 30 días.

Datos de la Dirección Municipal de Protección Civil reflejan que se tiene proyectado que la obra ayude a mitigar daños por inundaciones en alrededor de 800 familias asentadas en más de 10 colonias, cercanas al río, de las que resaltan Arroyo del Mesón, Colonia Centro, Montes de Oca, Barrio de la Hoja y Río Chiquito 

Hay confianza de las autoridades pero, ¿Qué piensan los habitantes? quienes sufren de primera mano año con año la fuerza del río, él es Miguel Ángel Gutiérrez, él no tiene mucha confianza en que los trabajos efectuados por la Conagua vayan a resultar positivos, por experiencia asegura que la fuerza de los dos brazos pluviales no van a ser suficientes, sin embargo, dijo esperar en que los ingenieros sepan lo que están haciendo, de lo contrario, sería inevitable evitar una tragedia.

Dice el dicho "La esperanza muere al último", o por lo menos los habitantes que viven en toda la falda del Río de Petatlán es lo que dicen y sólo queda que esperen a que comiencen las lluvias para descubrirlo, en tanto, en el otro extremo de este municipio, cerca de 600 familias de colonias y comunidades como La Pintada, 28 de Junio, Cayuco y La Reynita están catalogados como habitantes en zonas vulnerables por el probables desbordamiento de otros arroyos, pero eso, es otra historia.