Cooperativistas de lanchas de recreo y demás prestadores de servicios turísticos se cuestionan sobre qué pasará con las barredoras marinas de la Promotora de Playas Zihuatanejo ahora que se anunció el cierre de la dependencia.
Se trata de dos catamaranes abandonados sobre los terrenos de la laguna de Las Salinas, que se supone tenían la función de retirar desechos de la bahía, sin embargo muy poco hacían esta tarea.
No tuvieron la funcionalidad necesaria porque el gobierno del estado no dotó de motores ni remolques, así que era complicado ponerlas a trabajar, debían pedir apoyo a Protección Civil o a los pescadores.
Una buena opción sería que el gobierno municipal las pidiera en comodato a la Secretaría de Turismo para ser operadas en el municipio.
De esta forma los trabajos de conservación en las playas se intensificarían y habría más y mejores resultados.