Las altas temperaturas, generadas por la canícula, obliga a las personas a mantenerse hidratados, con ello, los negocios con venta de bebidas azucaras registran un ligero incremento en las ventas.
La señora Olga, que vende agua de coco, estimó que es variable la venta, pero actualmente vende 20 litros más de lo que usualmente comercializa, es decir que, en total, la gente en su puesto consume 60 litros de agua de coco preparada.
La necesidad de las personas por estar hidratados, ha incrementado la venta de los puestos fijos y semifijos de aguas de sabores, pero también la venta de agua embotellada y sueros.
En el centro de Zihuatanejo, es evidente el transitar de personas cargando vasos con agua de sabores, otros con sueros, para hidratarse en este verano, cuando a la temperatura ha aumentado hasta los 33 grados centígrados, con sensación termina de hasta 38 grados.