El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, aseguró que si bien, los indicadores de inseguridad en la entidad no son catastróficos, tampoco satisfacen a su gobierno y que se trabaja porque disminuyan cada vez más.
Entrevistado durante una gira de trabajo el fin de semana, en Coahuayutla y La Unión, el ejecutivo precisó que el número de homicidios disminuyó pero que lamentablemente con un sólo hecho que tenga impacto mediático se da a conocer a través de medios a nivel nacional.
Durante su visita a la región encabezó la reunión de la Mesa de Seguridad para la Reconstrucción de la Paz en Zihuatanejo en donde entre varios temas, tocaron la operatividad de la Guardia Nacional en la zona.
En ese sentido, dijo que en primera instancia habrá intervención de esta corporación primordialmente en Zihuatanejo y Petatlán y posteriormente habrá de desplegarse al resto de localidades de la Costa Grande.
Agregó que él y todos los Guerrerenses tienen la confianza y deseo que la Guardia Nacional resuelva todas las necesidades pero aceptó que no será sencillo, sobre todo porque hay problemas muy arraigado, sin embargo, ofreció enfrentarlos con determinación.
El mandatario guerrerense añadió que existe la posibilidad de regresar a grupos de la Secretaría de la Defensa Nacional en el acceso principal de Zihuatanejo, ubicado a la altura de la colonia Agua de Correa.
En total se estima el despliegue de 450 efectivos del 56 Batallón de Infantería y elementos de la Guardia Nacional en toda la Costa Grande.