Jacqueline Ramírez de 16 años de edad o "Yaki" como la llamaba su familia, fue encontrada sin vida el pasado martes con señas de tortura e impactos de bala cerca de un balneario del municipio de Coyuca de Benítez en la Costa Grande de Guerrero. Un caso que se suma a los feminicidios que ocurren en México.
De acuerdo a las declaraciones de sus familiares y conocidos, Jacqueline, horas antes de su muerte publicó en el grupo privado de Facebook "Puro Coyuquense" un aviso, donde plasma que presuntos policías municipales le tomaban fotografías sin su consentimiento y le pedían el número de teléfono celular, además señala directamente a una mujer policía por presunto acoso sexual, incluso en esa misma publicación, advierte que si le llega a pasar algo, sería obra de los elementos policiacos. Horas después es encontrada sin vida.
Guerrero es uno de los estados que tiene habilitada la Policía de Género, que tiene la responsabilidad de erradicar la violencia de género y se supone hay presencia en toda la Costa Grande.
El gobierno de Guerrero, emitió un posicionamiento este miércoles donde reprueba el acto de violencia en contra de la menor y exhortó a la Fiscalía General del Estado a realizar las investigaciones con perspectiva de género para dar con los responsables del hecho y solicitó al Tribunal Superior de Justicia que no haya cabida a que el hecho quede impune.
Por su parte, el presidente de Coyuca de Benítez, Alberto de los Santos Díaz, declaró a medios de comunicación, que la Secretaría General y el órgano de control interno del Ayuntamiento realizará investigaciones para determinar si hubo acoso por parte de la Policía Municipal en contra de la víctima. En la misma entrevista añadió que la Fiscalía determinará el móvil del crimen como responsable de las investigaciones.
La madre de la menor, María Guadalupe Ramírez, relató a reporteros, que la noche del lunes Yaki salió de su casa y le comentó que iría a un mandado con una amiga, la adolescente le marcó a la 1:30 de la mañana del martes, pero la señora no le alcanzó a contestar, le devolvió la llamada, pero ya no pudo comunicarse con ella.
Este miércoles, en pleno funeral de Jaqueline, sus amigos y familiares, aprovecharon los medios de comunicación para exigir justicia por el feminicidio y solicitan a las autoridades que el crimen no quede impune y se castigue con todo el peso de la ley a los responsables.