En el destino de Ixtapa-Zihuatanejo, hay 4 playas privadas que solo los locales conocen y para los turistas es difícil acceder por su ubicación y la complejidad del camino que los lleva hasta las olas del mar en estos lugares.
Playa Majahua es la que tiene un acceso un poco más fácil, pues se accede desde un portón de una propiedad privada en abandono, ahí los lugareños acceden sin ninguna restricción para disfrutar el mar abierto que tiene este balneario y una poza idílica que está entre las piedras.
Playa Riscalillo es un balneario que tiene acceso desde la nueva carretera que lleva el mismo nombre, los oriundos de Zihuatanejo, relatan que tienen que entrar por una desviación que casi no se ve y caminar como una hora para llegar a disfrutar de mar.
Playa Manzanillo o Caleta de Don Chon es otro de difícil acceso, se tienen que entrar por la carretera de Cerro del Vigía en La Ropa para bajar por un sendero justo debajo del desarrollo inmobiliario Punta Garrobo, un playa rocosa que permite entre sus olas apreciar la biodiversidad que es muy basta.
Estas tres playas tienen espacios pequeños de baño pero que son disfrutados por los locales que huyen del tumulto de personas que se congregan en otros balnearios.
La cuarta es playa Contramar, también un pequeño espacio que hace una bahía donde los locales disfrutan de sus tardes en una zona baño rocosa. Aquí el acceso es más difícil porque se tiene que bajar en senderos inclinados con terracería, piedras puntiagudas y raíces salidas de los árboles. Pero el paisaje es propio de un lugar que se puede detonar para el ecoturismo por la biodiversidad que se encuentra en la zona desde tipos de insectos diferentes, hasta ardillas y chachalacas nativas de la zona.
A esta playa se llega desde la colonia la Noria y el entronque que hace con la carretera Escénica Majahua, donde se recorre una calle pavimentada que dirige a un conocido hotel. El acceso a la playa se encuentra justo unos metros antes de esta mencionada hospedería y quienes conocen la zona saben que se tendrán que adentras por 10 minutos en pendientes para llegar al paraíso natural.
Aquí muchas familias llegan a nadar, hay quienes se acercan para practicar el Pádel, el Snorkel o simplemente a pasar el rato entre amigos.
Una usuaria describió este lugar como tranquilo, particularidad que le invita frecuentemente a recurrir a esta playa.
Hasta el momento no se tiene información que alguna de estas playas se haya intentado rescatar por los gobiernos municipales, tampoco los azuetenses han pretendido explotarlos como balnearios turísticos y se mantienen en la secrecía únicamente para el goce de los locales.
Pero son los prestadores de servicios turísticos acuáticos quienes les dan a los turistas un destello de las bellezas ocultas que tienen este destino, pues en los recorridos desde sus lanchas se acercan a las costas para mostrarlas incluso desde Barra de Potosí en Petatlán, hasta Troncones en la Unión.