La joven indígena de Chilapa, Aurelia García Cruceño fue liberada de la cárcel de Iguala, donde permanecía recluida desde 2019 porque la Fiscalía del Estado la culpó de homicidio en grado de parentesco, por un aborto involuntario.
Aurelia García fue víctima de violación en su comunidad, Xochicalco por parte de una autoridad comunitaria; de esa agresión quedó embarazada, pero no llevó seguimiento médico porque no hablaba español. La familia de su agresor la criticó y amenazó, lo que la orilló a mudarse a Iguala, donde enfrentó un aborto involuntario, y los médicos que la atendieron, la acusaron con la policía.
Sin embargo, este martes, Aurelia recobró su libertad aproximadamente a las 21:30 horas. A su salida, la joven fue recibida entre porras y gritos por parte de feministas, quienes hicieron presión afuera de la cárcel.
Afuera del penal, el papá de la joven expresó en su lengua náhuatl, "ojalá todas las mujeres indígenas encuentren a alguien que les ayude y puedan quedar libres". Agregó que, solo Dios sabe cómo les ayudó y después de casi tres años de no ver a su hija, sentía que volvía a nacer.
Aurelia también en náhuatl, agredió a todas las personas que le ayudaron a recobrar su libertad, y dijo que, le toca a estudiar y espera lograr su sueño de convertirse en maestra para dar clases a niños indígenas.
Agregó que, en estos tres años, en la prisión aprendió a hablar español y expresó a todas las mujeres: "yo ya salí y aprendí mucho, les agradezco a todas".