Desde 2017, alrededor de unos 25 vecinos de la colonia Tlacaelle en Chilpancingo, han ido de a poco perdiendo el patrimonio que construyeron desde hace más de 25 años.
El terremoto del 19 de septiembre lo cambió todo. En las viviendas comenzaron a aparecer las primeras grietas en paredes y a partir de ahí, a las casas se las ha ido tragando la tierra lentamente.
A la fecha, cinco años después, varias familias han abandonado sus hogares ante el temor de que pueda ocurrir algún desastre.
Otras más se aguantan el miedo, puesto que no cuentan con otro patrimonio a donde llevar a su familia. En algunas de las viviendas habitan más de siete integrantes por familia.
Desde 2017, han estado ventilando el hecho ante las autoridades sin que hasta el momento se tenga respuesta.
Antonio Santana, uno de los afectados, sostiene que el único apoyo que han tenido de la autoridad municipal han sido solo unas palmadas en la espalda y promesas que no se han materializado.
Ninguno de los alrededor de 25 propietarios y sus familias, recibe apoyos del gobierno, ni en el caso de los que ya abandonaron sus viviendas y que suman más de un año pagando alquiler.
Por el contrario, el único mensaje que han obtenido de las autoridades, ha sido una advertencia del gobierno municipal, de que tienen que abandonar sus hogares ante el inminente riesgo que presenta vivir ahí, y que podría desalojarlos si se rehusan.
Casi la mayoría de los afectados son adultos mayores, que llegaron a habitar esa colonia hace unos 30 años.
En una pequeña casa de juntas, los afectados claman porque intervenga el presidente Andrés Manuel López Obrador en el caso, en incluso advierten con instalar un plantón a las afueras de Palacio Nacional para lograr que el mandatario los volteé a ver.