Morir es caro para las familias quienes no han previsto un paquete funerario.
El ataúd más económico cuesta 5 mil pesos, pero aparte se tienen que pagar el embalsamiento del familiar, el servicio funerario en el hogar del difunto, el espacio en el panteón y el acta de defunción.
Si una familia se previene y compra un paquete funerario, podría gastar hasta 15 mil 660 pesos, si lo paga de contado y si lo paga a tres años desembolsaría 18 mil 660 pesos en tres años con mensualidades de 477 pesos, según un paquete de una de las dos funerarias de Zihuatanejo.
Con la pandemia del Covid-19, la muerte sorprendió y enluto a muchas familias quienes no tuvieron la prevención de hacer ahorros para después del fallecimiento de un familiar.
Si una familia decide solo comprar el ataúd por separado, tienen que pagar entre 5 a 8 mil pesos en los considerados como básicos, mientras que los hechos a base de madera barnizada tienen un costo de hasta 15 a 16 mil pesos.
Además un espacio en el panteón cuesta 1 mil 938 pesos, pero por separado se tiene que pagar a un albañil por la construcción de la fosa, que tiene un costo de aproximadamente 3 mil pesos.
Cuando una persona fallece por Covid-19 y su familia pide la cremación, esta tienen un costo de 12 mil pesos, si el familiar pide la incineración después de un servicio funerario tienen un costo de 19 mil pesos, sin embargo, este servicio incluye el acta de defunción.
Considerando los costos básicos, sin la contratación de un paquete funerario una familia en luto vienen pagando un aproximado de 9 mil 938 pesos sin considerar el pago del acta de defunción, embalsamiento, servicio funerarios y traslado en carroza.
El Covid-19 además de enlutar a las familias, les ha dejado deudas, pues además de los gastos funerarios, tuvieron que pagar el tratamiento médico para intentar recuperar la salud del familiar.