La flor de nochebuena, originaria de Taxco, Guerrero, es un símbolo emblemático de la Navidad en México y el mundo. Su producción y comercialización implican un proceso detallado que abarca desde el cultivo hasta la venta al consumidor final, enfrentando diversos retos y adaptaciones en los últimos años.
Es un proceso que 11 meses donde el productor tienen que abonar y fertilizar cuidadosamente, que este, es uno de los retos más grandes que enfrenta el productor, porque suelen enfermarse con este proceso.
Un vivero puede producir hasta 20 mil plantas durante un año de hasta 21 variedades diferentes. Las plantas se cultivan bajo condiciones controladas, ajustando factores como temperatura, humedad y luminosidad para asegurar su calidad.
Una vez que las plantas alcanzan el tamaño adecuado, se preparan para su distribución. El traslado a destinos como Zihuatanejo se realiza en vehículos acondicionados para mantener las condiciones óptimas de temperatura y humedad, garantizando que las plantas lleguen en buen estado.
En este año, los costos oscilan entre 40 a 250 pesos, registrándose un incremento de 5 pesos, en comparación con el año pasado.
La producción y comercialización de la flor de nochebuena en Guerrero, incluyendo su traslado a lugares como Zihuatanejo, es un proceso complejo. Sin embargo, la implementación de nuevas técnicas de cultivo y la diversificación de variedades han permitido que esta actividad siga siendo rentable y continúe siendo una tradición emblemática durante la temporada navideña.