Ante la polémica por el contenido de los libros de texto gratuitos, donde se restructuró el método de enseñanza en cinco áreas: "múltiples lenguajes", "nuestros saberes", "proyectos de aula", "proyectos escolares" y "proyectos comunitarios", los padres de familia han emitido opiniones diversas.
De acuerdo a expertos de la UNAM, se detectó una reducción excesiva de temas relacionados a matemáticas, errores en los conceptos, saltos en los contenidos, desorden de los materiales y la exclusión de la literatura universal, advirtiendo que los niños saldrán del colegio con déficit de conocimiento en algunas áreas.
No obstante, algunos padres consideraron que no temen al cambio porque los libros son solo un apoyo y este modelo se basa en una enseñanza más práctica.
La acusación más importante es que hayan diseñado los libros sin definir siquiera los programas de estudios, que son los que determinan qué se va a enseñar, algo que establece la ley. Dejando mucho margen de desequilibrio para los docentes y alumnos.
Otros padres se dijeron temerosos al cambio, porque, con el pasado modelo les fue complicado a sus hijos aprender, ahora con uno nuevo, será más complicado.