La emergencia sanitaria por el Covid-19 llegó a cambiar también la atención que se brinda en las playas incluyentes de Ixtapa y Papanoa, si bien es cierto en principio fueron cerradas junto con el resto de los balnearios, se aperturaron al mismo tiempo en julio pasado, aunque con medidas sanitarias para evitar contagios.
Y es que los cuidados deben ser mayores, pues las personas que usan estas playas pertenecen al grupo de sectores vulnerables, para quienes en la mayoría de los casos, el Covid.19 les ha arrebatado la vida porque las complicaciones son mas agresivas.
En la región de la Costa Grande hay dos playas destinadas a personas con alguna discapacidad, ya sea motriz, visual, o auditiva, por citar algunas; en Ixtapa-Zihuatanejo hay una en playa Quieta y en el municipio de Tecpan de Galeana en la comunidad de Papanoa, específicamente en playa Ojo de Agua.
De acuerdo con la información recabada, ambos balnearios están operando llevando a cabo Limpieza y desinfección de superficies, mobiliario, equipo anfibio, accesos principales, pasamanos y caminos guía, cabe precisa que tampoco se permite la colocación de sombrillas, para evitar aglomeraciones.
Las personas que brindan atención y reciben a las personas con discapacidad, lo hacen utilizando el equipo de protección personal necesario: cubrebocas, caretas, gel antibacterial y llevando a cabo la revisión de temperatura.
Aunque la operatividad en estos balnearios continúa, la afluencia no ha sido como en meses previos a la emergencia sanitaria, esto es atribuido a que la mayoría de las familias han priorizado el garantizar la vida de las personas con discapacidad y evitar cualquier posibilidad de contagio, incluso, las autoridades han evitado difundir o fomentar la llegada de visitantes a estos balnearios, no obstante, se mantienen abiertos y se da atención a quienes lleguen.