Debido a la topografía natural de Zihuatanejo, las zonas propensas a inundaciones continuarán siendo vulnerables durante fuertes lluvias. Sin embargo, existen propuestas para reducir significativamente el tiempo que las áreas inundadas permanecen bajo el agua, lo que permitiría una mayor fluidez vehicular y minimizaría los daños en inmuebles.
Luis Fernando Salas Reyes, director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Zihuatanejo (Capaz), explicó que hay un estudio en marcha que propone la construcción de más cárcamos que desemboquen en el canal de La Boquita. Este sistema ayudaría a desalojar el agua de manera más rápida una vez que cesen las lluvias, pues durante una tormenta es imposible eliminar el agua de inmediato.
Salas Reyes señaló que el objetivo es agilizar el proceso de evacuación del agua cuando la lluvia cesa, permitiendo que el nivel disminuya en un promedio de 10 a 15 minutos en las zonas más bajas de la ciudad, como las Salinas y las calles 5 de Mayo y La Noria, donde las inundaciones suelen ser más severas.
El tiempo de desalojo depende de las condiciones de la laguna, que si se mantiene despejada, facilita una mayor captación de agua y su rápida evacuación. Agregó que el personal de Capaz trabaja constantemente en mitigar los efectos de las lluvias y que los cárcamos operan al 100% para enfrentar las inundaciones.