El presidente de la Asociación de Restaurantes de playa Las Gatas, Roberto Bustos Olea dio a conocer que desde el paso de los fenómenos naturales Bud y Carlota ninguna autoridad municipal ha ido a visitar a los restauranteros de ese balneario, incluso detalló que ninguno se ha preocupado por el estado del muelle de ese lugar.
"Todos estos días que estuvo cerrado el puerto, nosotros estuvimos a la deriva, sin apoyo de las autoridades totalmente, solo el de Capitanía que está al pendiente de informar las condiciones sobre si se cierra o no el puerto".
Bustos Olea declaró que por el momento el muelle de playa Las Gatas, sólo tuvo una afectación en uno de los rodillos que sostienen la plancha flotante, herramienta que no solicitaron al gobierno municipal, debido a que en ocasiones pasadas han pedido el apoyo y han hecho caso omiso, por lo que los restauranteros con recursos propios le han dado mantenimiento al embarcadero.
El restaurantero dijo que de momento ya tienen el rodillo que le falta para que el muelle quedara en funcionamiento total sin embargo no han podido conseguir a una persona que haga la soldadura debida, puesto que es un trabajo especial por lo tanto solicitaron al presidente interino de Zihuatanejo, Homero Rodríguez Rodríguez que los apoye con una persona capacitada para dar ese servicio, quien dijo que tomará cartas en el asunto.
En comparación con el muelle de playa Linda, el embarcadero de Las Gatas, no sufrió tantas afectaciones por el alto oleaje u otros efectos de los ciclones tropicales, esto se debe a que al ser flotante, los rodillos hacen que la plancha se posicione según el nivel del mar, por ello es que dijo que para darle mayor sostén, le amarrarán tambos de manera provisional para que se mantenga flotando.
Por último, en una reunión donde estuvo presente tanto el restaurantero como el presidente municipal interino, además de estar acompañados por varios directores del gobierno local, así como por autoridades de delegaciones estatales y federales, se dieron a conocer diferentes puntos, que supuestamente serán atendidos para que en la temporada de verano no se vuelvan a dar.