La reducción de aforo obligatoria, que inició este lunes 18 de julio en Guerrero, no ha comenzado a aplicarse con cabalidad en Zihuatanejo, donde los negocios pequeños aun se ven rebasados por la gente.
En un recorrido por el centro de la ciudad, se pudo apreciar varios de los establecimientos con presencia de clientes, que no rebasaban el 80 por ciento de ocupación, caso contrario con algunas tiendas de autoservicio que registraban aglomeración de personas.
En los sitios aglomerados, no se expedía gel antibacterial y aunque había anuncios que recomiendan la distancia, esta medida no era exigida por los encargados.
La población opinó que la reducción de aforo es buena, para evitar más contagios,