Un grupo de turistas que practicaba snorkel en playa Manzanillo de Zihuatanejo, vivió un inesperado encuentro con un tiburón ballena que se acercó a pocos metros de distancia, generando emoción entre los presentes.
El ejemplar, de aproximadamente 5 metros de longitud, permaneció en la zona durante unos diez minutos. Expertos atribuyen su presencia al cambio en las corrientes marinas, que arrastran alimento hacia aguas poco profundas, atrayendo a especies marinas de gran tamaño.
Este avistamiento es un indicador del inicio de la temporada en la que llegan otras especies como delfines y ballenas jorobadas, que suelen visitar las costas de Guerrero en los meses de invierno.
Los operadores turísticos esperan que este fenómeno incremente el interés por las actividades de observación marina en la región, considerada un destino privilegiado para la fauna marina.