Choferes del transporte público, particularmente del servicio colectivo en la modalidad urbano y suburbano, por segunda ocasión en menos de 15 días volvieron a rayar sus unidades para pedir al gobierno del estado que no se saturen las rutas, en la asignación de nuevas concesiones.
Tras el arribo del gobernador el pasado miércoles, los trabajadores del volante decidieron nuevamente llevar a cabo esta práctica esperando que el ejecutivo estatal pudiera observar y tomar cartas en el asunto.
De manera pública la Dirección General de Transportes del Estado de Guerrero no ha brindado algún informe sobre cuántas concesiones fueron autorizadas, de qué modalidades y en qué localidades, por eso la incertidumbre.
Las leyendas en medallones y parabrisas son las mismas, la exigencia de que no se den concesiones de forma excesiva y sin control, la diferencia es que ahora participaron más rutas: Coacoyul, Zapata, Ixtapa, Noria, La Correa, Vicente Guerrero, Las Mesas, Valle Grande, entre otras.